Hagan favor de mirar el primer gol.
El Jogo Bonito brasileiro tal vez espere en las valijas para salir contra Chile pero quedó demostrado otra vez que a los jugadores del scratch pierden la alegría y el samba cuando les sacan la pelotita.

En realidad cuando ganamos y tenemos la pelotita todos nos divertimos, el mito del jogo bonito vendría a ser nada mas que el producto de que en general Brazil gana y tiene la pelota, por que cada vez que eso no sucede, pegan y hacen puchero como el resto de los mortales.
En fin, primera aparición fuerte en la copa, la del pibe Castillo, que nació en México, hizo inferiores en Danubio de Uruguay, y se fué a jugar al Olympiakos de Grecia originando desde cada estampilla en el pasaporte una convocatoria a la selección de la jurisdicción.
Se decidió por la tricolor y arrancó la copa con un partidazo...
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