En la entrevista había desmentido el rumor de su paso al Atlético Madrid fundamentándolo en su comodidad en el apacible Getafe. Incluso aclaró que no tenía intenciones de ser transferido a un club mas importante para evitar las presiones. En ese momento un sudor frío me recorrió la espalda. Ya era tarde, no había tiempo para hacerle saber a Basile que la persona que iba a defender el arco argentino en una final con brasil rehuía las presiones.
Unos 15 minutos después, el Pato miraba pasar comodamente un remate que entró a medio metro de él apaciblemente. Así empezó el derrumbe.
Hubieras avisado Pato.

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